Ha participado en conferencias, curado varias exposiciones fotográficas, y fue miembro de la junta directiva del consejo mexicano de fotografía. En 1994, a través de Fondo Nacional para la cultura y las artes ella fue artista en residencia en el nexus contemporary art center en Atlanta, EE.UU. En 1997 fue seleccionada para la presentación de su trabajo en la conferencia anual de s.p.e. en Dallas y en ese mismo año, fue invitada a participar en la Bienal de La Habana. Sus fotografías se han exhibido desde 1983 en más de 90 exposiciones colectivas por todo el mundo. Ella ha tenido exposiciones individuales en Cuba, Austria, Serbia, Francia, Estados Unidos, España, Sudáfrica y México. Ella ha sido profesora particular del FONCA, en su programa para fotógrafos jóvenes y miembro de su comité consultivo en fotografía. Su libro, “Cárcel de los Sueños”, con introducción escrita por Elena Poniatowska, fue publicado en 1997. En el año 2000, fue nombrada becaria de la John Simon Guggenheim Memorial Foundation y desde 2001, ella es miembro del sistema nacional de creadores. Algunos de sus reconocimientos incluyen: primer premio. "Mujeres creadoras de la imagen", Bienal de Guadalajara; "Proyectos Especiales". Consejo mexicano para la cultura y las artes; "Beca de Ensayo" del Instituto nacional de bellas artes , México; mención honorífica premio Casa de las Americas, Cuba; segundo premio. " salón internacional",Asturias, España; primer premio. "Fotografía antropológica", INAH, México.
La motivación de Vida Yovanovich al emprender este cuerpo de trabajo ha sido capturar la esencia de individuos que ella ha logrado conocer, iluminar el carácter de su humanidad. Estas imágenes reflejan una relación intensa y de confianza entre el fotógrafo y el sujeto, en la cual la cámara fotográfica se convierte en un testigo notable de un reino que a menudo ha sido exagerado, pero que aún más a menudo, ha sido ignorado
El don del artista consiste en ampliar esa relación hacia afuera para incluir al espectador. Al hacer esto, Yovanovich nos niega la posibilidad de neutralidad. En última instancia, debemos decidir si vemos lo capturado como existente pero afuera, lejano y sin relación con nuestra experiencia, o si identificamos a algo de nosotros mismos en las figuras que encarnan a la vida en su más grande precariedad y vulnerabilidad
El don del artista consiste en ampliar esa relación hacia afuera para incluir al espectador. Al hacer esto, Yovanovich nos niega la posibilidad de neutralidad. En última instancia, debemos decidir si vemos lo capturado como existente pero afuera, lejano y sin relación con nuestra experiencia, o si identificamos a algo de nosotros mismos en las figuras que encarnan a la vida en su más grande precariedad y vulnerabilidad
No hay comentarios:
Publicar un comentario